jueves, 14 de julio de 2011

Capítulo 2.

Entraron en la sala que había al final del pasillo. Era clara, casi blanca, pero los muebles en tono marfil hacían que se diferenciase el color grisáceo de las paredes. Era bonita. Había dos macetas que daban un verdor especial, lo hacían acogedor.
-Este nuestro despacho. En dos semanas será sólo tuyo.- sonrió.
Ella sonreía ilusionada e intentaba esquivar la mirada directa de Alfonso.
-Entiendo que ahora estés cortada, pero espero que no seas así.
-No, ni mucho menos, yo soy muy extrovetida. Solo me estoy adaptando.
Alfonso le dedicó una gran sonrisa.
-¿Quieres el café con leche?
-Sí, por favor.
-Sientate Martina.-le dijo mientras despegaba la silla de la mesa color roble que estaba en el centro de la habitación. Martina se sentó mientras Alfonso quitaba la mano del respaldo no sin antes rozarle la espalda.

-Bueno y, ¿con qué empezamos hoy?
-Hoy no vamos a empezar. Ya mañana te explico como trabajamos aquí. Hoy sólo queriamos conocerte. Sobre todo yo, que debía dejar a mis clientes en buenas manos.
-Estarán en buenas manos, te lo aseguro.
-Tranquila, eso ya te lo diré yo cuando acabe la noche.
-¿la noche?- dijo Martina con cara de asombro.
-¿No te gustaría venir a cenar con nosotros? Te aseguro que me encantaría. Bueno, nos gustaría a todos, pero a mí me encantaría. Ahora que si ya tenías planes...
-No -interrumpió Martina- y si tuviese planes los aplazaría.

Alfonso le dedicó otra amplia sonrisa. Ya iban varias en los diez minutos que llevaban hablando.
Ya había terminado el café. Preparó ambas tazas y las colocó en la mesa.

-Bueno cuentame, ¿por qué te ofreciste para este puesto?
-Porque me encantan las labores sociales. No tengo mucha experiencia en este campo ya que sólo he trabajado de orientadora laboral un par de veces y bueno, los demás trabajos no tienen nada que ver...
-¿De qué has trabajado a parte de orientadora?
-De modelo de fotografía. Bueno, sólo han sido tres veces el año pasado, porque un amigo que le gusta la fotografía me presentó a otro amigo suyo y él me lo propuso y pensé que sería buena idea. Al final hice algunos posados en su estudio y luego nos fuimos a la piscina de su casa, también en la playa,...
-Sabía que había sido de modelo.-interrumpió Alfonso.
-¿por qué?.-dijo Martina, inocente.
-Porque estás espectacular, eres muy guapa, ¿lo sabías?
-Gracias.-en un tono voz temeroso y avergonzado.
-Cuentame cosas sobre ti.
-Cosas ¿cómo que?
-Vale. Una vez me dijeron que la mejor forma de conocer a una persona es haciendo preguntas al azar y las respuestas deben ser rápidas. Así que yo te pregunto y tú me contestas lo más rápido que puedas, ¿de acuerdo?
-De acuerdo, suena divertido.-Sonrió Martina.

Alfonso colocó las tazas de café terminadas al lado de la pequeña cafetera de su despacho.

-Luego las llevo a la cocina. Ahora comienzo el juego.
-Vale.
-¿Tu color favorito?
-El azul.
-¿Prenda de ropa favorita?
-Las chaquetas.
-¿Animal favorito?
-La pantera.
-¿La pantera? ¡Guau! Eso significa que eres atrevida. Venga seguimos. ¿qué país te gusta más?
-Francia.
¿Y qué es lo que te gusta más de ese país?
-¡Los crêpes!
¿Y de mí?
-Tu sonrisa. ¡Ups!- Martina colocó su mano derecha sobre su boca.
-No te preocupes, esa era exactamente mi intención.
-Eres malo...-mumuró entre risas.- Ahora me toca amí.
-Estoy preparado.
-¿Cual es tu color favorito?
-¡No vale repetir! El azul.
-¡Eso! No vale repetir respuesta.
-Bueno venga, sigue.
-Tu canción favorita.
-Mmm... conoces esa de ain´t no mountain high enough...-canturreaba.
-¡Sí, me encanta! Ain´t no mountain high enough, ain´t no valley low enaugh, ain´t no river wide enough...
- To keep me from getting to you babe. 

Risas. Mientras tanto se abría la puerta del despacho. Era Valeria.

-Podeis hacer vida social. Ya veo que os estais conociendo. Me alegra que vaya tan rápido. Venid al salón, anda.-dijo Valeria.
-Ahora vamos, le estaba contando algo muy importante a Martina.
-De acuerdo, voy adelantándome chicos.

-¿Cosa importante?-dijo Martina riendose.
-Sí, es importante, ya que esta noche deberás cantar la letra conmigo en el karaoke. Si quieres te dejo que uses internet para que te la aprendas.- acercándole su BlackBerry con la mano.
-No gracias, tengo mi propia BB.-sacándola del bolso mientras lo miraba con cara de asco bromeándole.

Alfonso cogió a Martina de la mano para ayudarla a levantarse y le hizo un gesto para que ella pasara delante.

-Una última pregunta Alfonso.-dijo Martina.
-Dime.
-¿Cuántos años tienes?
-¿Cuántos me echas?
-Odio esa respuesta, en serio, no pienso jugármela.
-Pues quien no arriesga no gana dicen.

Ambos se sentaron en la mesa del salón. Valeria miró a Martina y le hizo la gran pregunta.
-¿Te vienes a tomarnos unas cervezas? Luego iremos a cenar, vienes también ¿verdad?
-Sí, claro.

Alfonso y Martina se miraron y se sonrieron.


 

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